Se le conoce como Paracelso, aunque su verdadero nombre era Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim (Sánchez, 2019). Se destacó como una de las personalidades más fascinantes en la historia de la medicina y la ciencia en general. Algunas personas lo consideraban un poco excéntrico, visionario y, sin lugar a dudas, extremadamente ingenioso. Se caracterizaba por su ambición intelectual. Se le recuerda como un ferviente buscador de la piedra filosofal, una misteriosa sustancia que, según se creía, tenía la capacidad de transformar el plomo en oro. En correspondencia con Sánchez (2019), también aspiraba a descubrir el elixir de la eterna juventud y trabajó incansablemente para lograrlo.
En el transcurso de sus aventuras, se convirtió en un investigador excepcional (Sánchez, 2019). Para algunos, fue un revolucionario de la ciencia y un pionero de la farmacología y la medicina moderna, pero para otros, nunca dejó de ser una figura esotérica (Gargantilla, 2021). Su vida estuvo llena de momentos polémicos, que incluyen cuestionar e incluso quemar textos clásicos de medicina y ciencia, menospreciar a figuras científicas que eran consideradas intocables y romper con las prácticas tradicionales (Bertran, s.f.). Todo esto contribuyó a convertirlo en una leyenda en el campo de la medicina. Además, conforme con Bertran (s.f.), no solo fue un precursor en el desarrollo de lo que hoy se conoce como “medicamentos”, sino que también fue el primero en describir los síntomas de algunas enfermedades infecciosas, en establecer la conexión entre la mente y el cuerpo y en desarrollar tratamientos para enfermedades que se consideraban incurables.
Biografía
Nació el 10 de noviembre del año 1493 en Einsiedeln, una ciudad en el centro de Suiza (Bertran, s.f.). La medicina era una profesión común en su familia, incluyendo a su padre, lo que despertó su interés en esta disciplina (Sánchez, 2019). Tras la muerte de su madre cuando él era joven, su padre se trasladó a Villach, en el sur de Austria (Hargrave, 2021). Allí, asistió a la Bergschule, una institución fundada por la familia de banqueros mercantiles Fugger de Augsburgo, donde su padre enseñaba teoría y práctica química. En la Bergschule, se formaba a los jóvenes para ser supervisores y analistas de operaciones mineras de oro, estaño y mercurio, así como de minerales de hierro, alumbre y sulfato de cobre (Hargrave, 2021). Fue aquí cuando desarrolló una gran pasión por la naturaleza y la ciencia en general (Bertran, s.f.). Bertran (s.f.) menciona que, por ello, y porque su familia disfrutaba de una buena posición social, recibió una sólida educación en astronomía, música, aritmética, gramática, entre otras disciplinas.
Durante su juventud, trabajó como analista en las minas (Sánchez, 2019). En este entorno, aprendió sobre los metales que "crecen" en la tierra, contempló las transformaciones de los componentes metálicos en las cubas de fundición y posiblemente se cuestionó acerca de la transmutación del plomo en oro, una conversión que los alquimistas de la época creían posible (Hargrave, 2021). En corresponencia con Hargrave (2021), estas experiencias le permitieron entender la metalurgia y la química, lo que probablemente sentó las bases de sus posteriores descubrimientos en el campo de la quimioterapia.
En el año 1506 asistió a la Universidad de Basilea para continuar sus estudios de química y medicina (Bertran, s.f.). Se cree que obtuvo su licenciatura en medicina en la Universidad de Viena en el año 1510 (Hargrave, 2021). Posteriormente, acudió a la Universidad de Ferrara, en Italia, donde pudo expresar su rechazo hacia la opinión predominante de que los astros y los planetas controlaban todas las partes del cuerpo humano. Se cree que recibió el título de doctor por la Universidad de Ferrara en el año 1516, y se presume que empezó a usar el nombre "para-Celso", que significa por encima o más allá de Celso. De conformidad con Hargrave (2021), su nuevo nombre reflejaba el hecho de que se consideraba aún más importante que Aulus Cornelius Celsus, un célebre escritor médico romano del siglo I.
Después de recibir su doctorado, decidió emprender una peregrinación que duraría 12 años y que le llevaría a numerosos países, incluyendo Inglaterra, España, Turquía y Egipto (Bertran, s.f.). Durante este extenso trayecto, empezó a ganar seguidores al compartir sus ideas sobre cómo los filósofos y los científicos estaban equivocados en su enfoque de los estudios en medicina. Contrario a la creencia popular, estaba convencido de que las enfermedades surgían de factores externos y no de cambios internos. Por consiguiente, consideraba imposible curar enfermedades con hierbas, ungüentos y mucho menos con purgas y otros "tratamientos" tradicionales. En cambio, de conformidad Bertran (s.f.), defendía que la cura para todos estos males residía en la naturaleza, no en las plantas, sino en los minerales, y que, por este motivo, todo lo que se había explicado hasta ese momento era incorrecto.
Después de esta peregrinación, regresó a Suiza, donde fue nombrado profesor en la Universidad de Basilea en el año 1526 (Bertran, s.f.). En esta ciudad, dedicó gran parte de su vida profesional a desmantelar la medicina clásica y a tratar de demostrar que la solución a los problemas de la medicina residía en los minerales y en la química. Para combatir esta medicina clásica, incluso llegó a quemar públicamente los libros de algunos de los filósofos y científicos más distinguidos de la historia. Se cree que logró quemar algunos textos de Hipócrates, considerado el padre de la medicina. Publicó diversos trabajos que combinaban la alquimia y la medicina, en los cuales defendía que cada enfermedad debía tener su propio tratamiento, es decir, que los remedios universales no podían existir, y describía cómo hacer “medicamentos” combinando diferentes tipos de químicos y metales. No obstante, conforme con Bertrán (s.f.), está claro que se ganó muchos enemigos, tanto médicos como "farmacéuticos".
Por esto, se vio obligado a abandonar Basilea en el año 1528 y regresar a diferentes países, cambiando repetidamente su vivienda (Bertran, s.f.). En este tiempo, continuó desafiando la medicina clásica y abogando por una nueva visión en la que defendía que la química proporcionaría la respuesta a cómo curar las enfermedades que han asolado al mundo. A pesar de que realizó avances increíbles en el campo de la medicina, no todas sus investigaciones resultaron ser válidas. Entre ellas, mencionó que la cirugía era inútil porque la anatomía humana no tenía ninguna importancia en el desarrollo de las enfermedades. En esto se equivocó, pero en su progreso como alquimista se encuentra el origen de la medicina moderna (Bertran, s.f.). Finalmente, en mayo del año 1538, volvió a Villach para ver a su padre, pero descubrió que este había fallecido cuatro años antes (Hargrave, 2021). Según Hargrave (2021), en el año 1541 falleció en circunstancias misteriosas en Austria, donde había asumido un cargo bajo el príncipe-arzobispo, el duque Ernesto de Baviera.
La "Tria Prima"
Paracelso desarrolló una hipótesis con la que intentó explicar la naturaleza de la medicina (Gargantilla, 2021). Según su teoría, todas las sustancias de los reinos mineral, animal y vegetal estaban compuestas por la "tria prima", es decir, azufre, mercurio y sal. Estos elementos se combinan en diferentes proporciones, pero siempre de manera estable. Consideraba que el mercurio era el principio de lo líquido y lo volátil; el azufre representaba el calor y la combustión, y la sal debía entenderse como el principio de resistencia al fuego. Cuando por alguna razón se alteraban las proporciones de la tria prima en el organismo, surgían las enfermedades. Estas afecciones, según Paracelso, podían curarse ingiriendo ciertos productos químicos que restablecerían el equilibrio. Según Gargantilla (2021), una sobredosis de mercurio podría desencadenar parálisis y melancolía; si lo que estaba en exceso era el azufre, los pacientes experimentarían calor y fiebre; mientras que si la proporción estaba desbalanceada hacia la sal, se produciría hidropesía y diarrea.
Desarrollo de los Primeros Fármacos
Paracelso, a pesar de su figura controvertida, es reconocido indudablemente como una persona que estaba adelantada a su tiempo (Bertran, s.f.). Al igual que las personas que marcan un hito, se atrevió a cuestionar los fundamentos de todo. Una de sus grandes contribuciones fue la confirmación de que, aunque en ocasiones se encuentran algunos tratamientos para enfermedades en los vegetales, por regla general, había que recurrir a los minerales y a los químicos, algo que hasta entonces, se consideraba una incoherencia. Paracelso, gracias a sus conocimientos en alquimia, desarrolló diferentes preparaciones en las que utilizó sales, hierro, mercurio, antimonio, plomo, azufre, entre otros. Esto estableció los fundamentos de la farmacología moderna. Finalmente, en correspondencia con Bertran (s.f.), fue el primero en considerar que ciertos venenos, en las dosis adecuadas, podían curar enfermedades.
Descripción Clínica de Enfermedades
Hasta ese momento, las enfermedades y su naturaleza eran un enigma absoluto (Bertran, s.f.). Fue Paracelso uno de los pioneros en proponer que las enfermedades no se originaban por cambios internos en el individuo, sino que provenían del exterior. Este planteamiento representó un cambio de paradigma total, contradiciendo las creencias existentes (Bertran, s.f.). Entre las contribuciones más destacadas de Paracelso a la medicina de su tiempo, se encuentran la primera descripción clínica de la sífilis y del bocio, además de la introducción de nuevos métodos de tratamiento basados en minerales, como el plomo o el mercurio (Bertran, s.f.; Férnández & Tamaro, 2004). No obstante,algunos de sus escritos se asemejaban más a la homeopatía que a la medicina convencional (Bertran, s.f.). Últimamente, en correspondencia con Hargrave (2021), afirmó que la "enfermedad de los mineros", o la silicosis, era el resultado de la inhalación de vapores metálicos y no un castigo por los pecados cometidos.
Negación de los Remedios Universales
Hasta ese momento, se mantenía la creencia en la existencia de remedios universales capaces de curar una amplia variedad de enfermedades (Bertran, s.f.). No obstante, Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim fue el primero en contradecir esta noción. Este pionero sostuvo que cada enfermedad era única y, por lo tanto, el remedio para curarla debía ser igualmente específico. Según Bertran (s.f.), esta afirmación ha sido absolutamente comprobada.
Defensa de la Experimentación como Método Científico
Paracelso, reconocido por su firme defensa de la experimentación como el único camino para avanzar en medicina y ciencia en general, es un ejemplo perfecto de la aplicación del método científico, que sigue siendo absolutamente válido hasta el día de hoy (Bertran, s.f.). En correspondencia con Bertran (s.f.), sostenía que la única manera de realizar descubrimientos auténticos era formular una teoría y luego experimentar para confirmarla o refutarla.
Defensa de la Unión Entre Mente y Cuerpo
Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim, conocido por ser el pionero en establecer la relación entre lo emocional y lo físico, defendió la idea de que las emociones y el estado mental pueden desempeñar un papel crucial en la determinación de la susceptibilidad de un individuo a desarrollar enfermedades (Bertran, s.f.). En su momento, en correspondencia con Bertran (s.f.), esta idea fue considerada incoherente, sin embargo, hoy en día está ampliamente aceptado que el cuerpo y la mente están íntimamente conectados.
Referencias
Bertran, P. (2021). Paracelso: biografía y resumen de sus aportes a la ciencia. Medicoplus.com. Recuperado 27 October 2021, a partir de https://medicoplus.com/biografias/paracelso}Fernández, T., & Tamaro, E. (2004). Biografia de Paracelso. Biografiasyvidas.com. Recuperado 27 October 2021, a partir de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/paracelso.htm
Gargantilla, P. (2021). Paracelso, el alquimista rebelde que revolucionó la farmacología. abc. Recuperado 27 October 2021, a partir de https://www.abc.es/ciencia/abci-paracelso-alquimista-rebelde-revoluciono-farmacologia-202109120038_noticia.html
Hargrave, J. (2021). Paracelsus. Encyclopedia Britannica. Recuperado 27 October 2021, a partir de https://www.britannica.com/biography/Paracelsus
Sánchez, E. (2019). Paracelso, biografía de un alquimista y soñador. La Mente es Maravillosa. Recuperado 27 October 2021, a partir de https://lamenteesmaravillosa.com/paracelso-biografia-de-un-alquimista-y-sonador/
Este tipo de datos y detalles sobre la vida y obra de grandes personalidades como lo fué Paracelso enriquece el panorama del conocimiento en personas que como un servidor siempre estamos ávidos de obtener más y más de este alimento para el espíritu y el alma.
Lo más importante de la obra de Paracelso en mi opinión es el sostener contra viento y marea la conexión entre mente y cuerpo y como uno irremediablemente afecta a el otro.En verdad para mí es un verdadero placer leerlos.Disfrutar de este tipo de artículos no tiene precio.Saludos JAROCHOS.