El concepto "normal" se utiliza con frecuencia e indiscriminadamente en la sociedad actual (Sanfeliciano, 2018). En muchas ocasiones, las personas escuchan que determinadas cosas o comportamientos son o no son normales. Ahora bien, cuando se intenta definir la idea de normalidad, el asunto se complica, puesto que, es difícil definir qué es normal y qué es anormal. Sanfeliciano (2018) menciona que, ante este tema, es necesario cuestionarse, si existe una línea que separa la normalidad de la anormalidad, ¿cómo se puede saber cuándo se ha cruzado?
Normalidad y Anormalidad en la Cultura
En una primera aproximación, se puede decir que la normalidad es un constructo que se produce a través de dinámicas culturales y sociales, por medio de la aceptación de valores y creencias de un grupo, es decir, se va modelando a medida que se van produciendo transformaciones o procesos en la sociedad y en sus participantes, por consiguiente, no existe una normalidad general o unificadora para las diferentes comunidades, sociedades, grupos sociales, entre otros (Huenchucona, 2021). Es decir, según Sanfeliciano (2018), no se va a poder hablar de normalidad en general, sino de normalidad dentro de una sociedad concreta.
Por esta razón, es difícil considerar los conceptos de normalidad y anormalidad sin hacer referencia a la cultura (Butcher, Mineka & Hooley 2007). En una cultura dada, hay muchas creencias comunes y comportamientos ampliamente aceptados que son parte de las costumbres. Por ejemplo, muchas personas en los países cristianos piensan que el día 13 es desafortunado y muchos tienen un cuidado especial en ese día. Por esta razón, de acuerdo con Butcher, Mineka & Hooley (2007), algunos hoteles, edificios y hospitales no tienen piso 13, en cambio, los japoneses, por ejemplo, no tienen ningún problema con este número, aunque tienen mucho cuidado de no usar el número 4, puesto que, la palabra japonesa cuatro se parece a la palabra muerte.
Asimismo, las palabras utilizadas para describir la angustia psicológica varían mucho dependiendo de la cultura (Butcher, Mineka & Hooley 2007). Verbigracia,no existe la expresión "deprimido" en los idiomas de ciertos grupos de nativos americanos o del sudeste asiático. Por supuesto, esto no quiere decir que los miembros de estas culturas no padezcan de depresión psicológica. Sin embargo, la forma en la que aparecen ciertos trastornos mentales puede depender, en gran medida, de la forma cultural en la que se describe el dolor. Por ejemplo, en China, de acuerdo con Butcher, Mineka & Hooley (2007), las personas con depresión a menudo se quejan de los aspectos físicos de este trastorno, como por ejemplo, de la fatiga, de los mareos y del dolor de cabeza, pero no hay quejas constantes de la tristeza que acompaña a la depresión.
Aunque los factores culturales influyen en las manifestaciones clínicas de la enfermedad, también es posible encontrar que ciertas formas de psicopatología parecen ser muy específicas de ciertas culturas (Butcher, Mineka & Hooley 2007). Un ejemplo podría ser koro, el cual, es un trastorno de ansiedad que a menudo se presenta en hombres jóvenes asiáticos. En correspondencia con Butcher, Mineka & Hooley (2007), se caracteriza por una enorme preocupación por ciertas partes del cuerpo que sobresalen, frecuentemente el pene, y comienzan a encogerse o incluso a desaparecer en el cuerpo, provocando así, la muerte.
¿Qué es "Normal" y qué es Anormal?
Lo normal es lo que se considera natural, lo que fluye y sucede de manera espontánea y, por esa razón, simplemente es aceptado, es lo común, lo que no afecta ni incomoda al propio individuo ni a las demás personas, por consiguiente, nadie parece intranquilizarse ni inquietarse por lo que se conoce como normalidad (Orozco, 2014). Teniendo en cuenta este significado y que en determinadas circunstancias se influyen o se agravan entre sí, según Huenchucona (2021), la anormalidad sería la condición contraria, disminuida o alejada de lo que se considera normal, es decir, una conducta "desviada" y "desajustada" de la norma cultural, pero al igual que la normalidad se ajusta a los parámetros socioculturales a través de la aceptación, de las creencias y de la reproducción de los mismos.
En correspondencia con Orozco (2014), tales desviaciones o "anormalidades" aparecen en dos direcciones: la primera, en una dirección positiva, como por ejemplo, los superdotados, los dotes máximos en una esfera racional o artística, los especiales dotes intuitivos, entre otros; y la segunda son las anomalidades en el sentido negativo, como por ejemplo, aquellos comportamientos que se desvían de la norma habitual en sentido negativo.
Historia de la Normalidad y de la Anormalidad
Para iniciar el recorrido histórico, es necesario hacer referencia a cuatro momentos que ilustran diferentes interpretaciones de la conducta anormal (Rivera, 2020). El primer momento ocurrió en los tiempos prehistóricos, donde hay una explicación sobrenatural para el comportamiento perturbado, puesto que, éste se ve como un castigo o como una consecuencia del demonio o de las brujas. Posteriormente, este comportamiento se entendió como un signo de estrés y depresión. Más tarde, en correspondencia con Rivera (2020), se pensó que la anomalía era el resultado de la luna y de las estrellas.
En el segundo momento, en la antigüedad, este comportamiento que se creía que era inusual, se consideraba un resultado de la biología, y para Hipócrates y Galeno, estos comportamientos eran la causa del exceso de fluidos corporales, por lo que se desarrolla la teoría de los cuatro temperamentos básicos (Rivera, 2020). En el siglo XIX, de acuerdo con Rivera (2020), las personas creían que estos comportamientos eran la causa de la demencia causada por infecciones cerebrales.
Seguidamente, en la época moderna, debido al tratamiento y a las soluciones que se le dan a los comportamientos anormales que violan la integridad y la moral de las personas, y con el movimiento psicológico en ese momento, se establecieron diversos centros de atención (Rivera, 2020). De la misma forma, en correspondencia con Rivera (2020), debido al aporte de las diferentes tendencias psicológicas, es posible establecer métodos de tratamiento adecuados y una clasificación o una explicación para las conductas "anormales".
Finalmente, en la actualidad, existen métodos científicos y métodos integrales para estos comportamientos que son inusuales, y hay un crecimiento de herramientas basadas en criterios que indican cuales son los indicios de estos comportamientos (Rivera, 2020). La psicología actual ha establecido que el trastorno psicológico es una enfermedad caracterizada por la existencia de pensamientos, sentimientos y comportamientos anormales (Maristany, 2019). Sin embargo, según Maristany (2019), aquí se cae en lo mismo: ¿qué es anormal?
Para responder a esta pregunta, la ciencia de la mente humana ha desarrollado manuales como el DSM-5 o CIE - 11 (Maristany, 2019). Ambos escritos constan de niveles estandarizados de criterios diagnósticos. El propósito es distinguir los comportamientos y los síntomas normales de los comportamientos o síntomas anormales, preferiblemente comportamientos "patológicos". Aunque la tarea de definir estos dos términos es engorrosa, de acuerdo con Maristany (2019), es importante que existan ciertos parámetros para poder identificar y ayudar a las personas que puedan estar sufriendo una enfermedad mental.
Sin embargo, en el DSM-5, no hay una definición de normalidad y anormalidad (Maristany, 2019). La función del manual es especificar el tipo de trastorno mental para así, poder identificar síntomas o comportamientos "anormales" que pueden indicar un cierto tipo de trastorno. De acuerdo con Maristany (2019), es importante darse cuenta de que las definiciones de estos dos términos han cambiado con el tiempo y deberán seguir haciéndolo, puesto que, la sociedad y los conceptos continúan evolucionando, y los parámetros deben tener esto en cuenta.
Referencias
Butcher, J., Mineka, S., & Hooley, J. (2007). Psicología clínica (12a. ed.). Distrito Federal: Pearson Educación.
Huenchucona, Y. (2021). Contacto a los conceptos: normalidad- anormalidad. Al Poniente. Recuperado 4 September 2021, a partir de https://alponiente.com/contacto-a-los-conceptos-normalidad-anormalidad/
Maristany, A. (2019). ¿Qué es lo “normal” y “anormal” para la Psicología?. Psicólogos Córdoba. Recuperado 26 November 2020, a partir de https://psicologoscordoba.org/normal-anormal-psicologia/
Orozco, S. (2014). Vista de Normalidad y anormalidad psicológica y niveles de prevención. Revistas.udea.edu.co. Recuperado 4 September 2021, a partir de https://revistas.udea.edu.co/index.php/Psyconex/article/view/22445/18579
Rivera, A. (2020). Conceptos de anormalidad y normalidad en el ejercicio de la psicología clínica. Recuperado 26 November 2020, a partir de https://cdn.goconqr.com/uploads/media/pdf_media/21074063/7f6fe581-7a83-405d-9950-7746a7bef6e3.pdf
Sanfeliciano, A. (2018). ¿Qué significa la normalidad?. La Mente es Maravillosa. Recuperado 4 September 2021, a partir de https://lamenteesmaravillosa.com/que-significa-la-normalidad/
excelente que tenga citas y referencias
Es muy interesante, para los que estamos interesados en estudiar Psicologia este tipo de lecturas nos amplia mucho el panorama del que,como y porque.Preparandonos asi para una mejor comprension de la conduycta humana.Gracias por compartir.Saludos desde Veracruz Mexico (Jarocho)