Uno de los legados más profundos, significativos y de mayor duración que se ha derivado de la filosofía de René Descartes es la tesis que sostiene que la mente y el cuerpo son entidades realmente distintas, una afirmación que en la actualidad se conoce bajo el término de “dualismo mente - cuerpo” (Skirry, s.f.). Descartes llegó a esta conclusión tras argumentar de manera convincente que la naturaleza de la mente es completamente distinta de la naturaleza del cuerpo, lo que implica que, en efecto, es posible que ambas puedan existir de manera independiente una de la otra. En correspondencia con Skirry (s.f.), este razonamiento conduce directamente al renombrado problema de la interacción causal entre la mente y el cuerpo, un tema que continúa siendo objeto de debate en la filosofía contemporánea.
¿Qué es una Distinción Real?
Es relevante destacar que, para Descartes, el término "distinción real" constituye un concepto técnico que denota la distinción entre dos o más sustancias (Skirry, s.f.). En este contexto, una sustancia se define como aquello que no requiere de ninguna otra criatura para existir, mientras que un modo se refiere a una cualidad o afección de dicha sustancia. Por tanto, un modo necesita de una sustancia para existir, y no sólo de la intervención divina. Por ejemplo, la forma esférica es un modo que pertenece a una sustancia extendida. Según Skirry (s.f.), una esfera requiere un objeto que esté extendido en tres dimensiones para que pueda existir, ya que una esfera no extendida no puede ser concebida sin incurrir en contradicción lógica.
Por otro lado, se puede comprender que una sustancia tiene la capacidad de existir por sí misma sin la necesidad de depender de ninguna otra criatura (Skirry, s.f.). Por ejemplo, una piedra puede existir de manera independiente, es decir, su existencia no depende de la presencia de mentes u otros cuerpos, y además, dicha piedra puede existir sin tener un tamaño o una forma particular. Conforme con Skirry (s.f.), esto implica que Dios, si así lo deseara, podría crear un mundo compuesto únicamente por esta piedra, lo que demostraría además que se trata de una sustancia "realmente distinta" de cualquier otra cosa, excepto de Dios.
En resumen, al argumentar a favor de la distinción real entre la mente y el cuerpo, Descartes sostiene que la mente es una sustancia que puede ser comprendida de manera clara y distinta sin necesidad de recurrir a ninguna otra sustancia, incluyendo los cuerpos, y que Dios podría crear una sustancia mental de manera independiente, sin ninguna otra sustancia creada (Skirry, s.f.). De esta manera, en correspondencia con Skirry (s.f.), Descartes está defendiendo, en última instancia, la posibilidad de que las mentes o almas puedan existir sin la necesidad de un cuerpo físico.
¿Por qué una Distinción Real?
¿Qué significado podría tener el argumento de que la mente y el cuerpo podrían existir de manera independiente uno del otro? ¿Cuál sería la recompensa de enfrentar y superar cada una de las dificultades y soportar todos los problemas que esto conlleva? Para Descartes, la recompensa sería doble (Skirry, s.f.). La primera recompensa tiene una naturaleza religiosa, ya que proporciona una base racional para la esperanza en la inmortalidad del alma. La segunda recompensa, de acuerdo con Skirry (s.f.), tiene una orientación más científica, pues la ausencia total de la mentalidad en la naturaleza de las cosas físicas resulta ser fundamental para dar paso a la versión de Descartes de la nueva física mecanicista.
La Motivación Religiosa
En la "Carta a la Sorbona", publicada al inicio de su obra fundamental "Meditaciones Sobre la Filosofía Primera", expresa que su objetivo al demostrar que la mente es distinta del cuerpo, es refutar a aquellas "personas irreligiosas" que depositaban su fe únicamente en las matemáticas y que no creían en la inmortalidad del alma si no había una demostración matemática que la sustentara (Skirry, s.f.). Descartes continúa explicando que, debido a esta falta de fe, dichas personas no buscaban alcanzar la virtud moral, ya que no contemplaban la perspectiva de una vida después de la muerte que recompensara la virtud y castigara el vicio. Sin embargo, dado que todos los argumentos presentados en las “Meditaciones" son absolutamente ciertos al igual que las demostraciones geométricas, considera que estas personas se verán obligadas a aceptarlos. Por lo tanto, según Skirry (s.f.), las personas irreligiosas se verán forzadas a creer en la existencia de una vida después de la muerte.
Es importante recordar que la conclusión de Descartes es únicamente que la mente o el alma podrían existir sin el cuerpo (Skirry, s.f.). No llega a demostrar que el alma es realmente inmortal. De hecho, en la "Sinopsis de las Mediaciones", asegura haber demostrado que la decadencia del cuerpo no implica, ni lógica ni metafísicamente, la destrucción de la mente; sería necesario un argumento adicional para concluir que la mente sobrevive realmente a la destrucción del cuerpo. Esto implicaría tanto "un relato de toda la física" como un argumento que demuestre que Dios no puede aniquilar la mente. No obstante, conforme con Skirry (s.f.), aunque el argumento de la distinción real no llega tan lejos, proporciona, según René Descartes, un fundamento suficiente para la religión, dado que la esperanza de una vida después de la muerte ahora se basa en una razón lógica y no es meramente un artículo de fe.
La Motivación Científica
El otro motivo para argumentar que la mente y el cuerpo podrían existir de manera independiente tiene una orientación más científica y se deriva de la intención de Descartes de reemplazar las explicaciones causales finales en la física, que eran favorecidas por los filósofos escolásticos - aristotélicos tardíos, por explicaciones mecanicistas fundamentadas en el modelo de la geometría (Skirry, s.f.). Skirry (s.f.) menciona que, aunque se le atribuye a Tomás de Aquino el mérito de sentar las bases de esta filosofía escolástica - aristotélica, dominante en la época de Descartes, también es relevante considerar que otros pensadores, como Duns Escoto, Guillermo de Ockham y Francisco Suárez, que trabajaban dentro de este marco aristotélico, se apartaron de la posición tomista en diversas cuestiones importantes.
De hecho, durante la época de Descartes, las posiciones escolásticas que divergían del tomismo eran tan extendidas y sutiles en sus diferencias que clasificarlas resultaba bastante complicado (Skirry, s.f.). A pesar de este enmarañado conjunto de posiciones, de acuerdo con Skirry (s.f.), Descartes comprendía que una tesis se encontraba en el núcleo de toda la tradición: la doctrina de que todo se comportaba, en última instancia, en función de algún fin o propósito.
El Problema Mente - Cuerpo
El famoso problema mente - cuerpo tiene su origen en la conclusión de Descartes de que la mente y el cuerpo son realmente distintos (Skirry, s.f.). La complejidad radica en la afirmación de que las naturalezas respectivas de la mente y el cuerpo son completamente diferentes y, en cierto modo, opuestas entre sí. La mente es una entidad completamente inmaterial, sin extensión, mientras que el cuerpo es completamente material, sin capacidad de pensamiento. Esto implica que cada sustancia solo puede tener sus modos particulares. Por ejemplo, la mente solo puede tener modos de entendimiento, voluntad y, en cierto sentido, sensación, mientras que el cuerpo solo puede tener modos de tamaño, forma, movimiento y cantidad. No obstante, de conformidad con Skirry (s.f.), los cuerpos no pueden tener modos de entendimiento o voluntad, ya que estos no son modos de ser extendidos; y las mentes no pueden tener modos de forma o movimiento, dado que estos no son modos de pensar.
Descartes afirma que la materia es espacial y tiene las propiedades características de la dimensionalidad lineal (Westphal, 2019). Las cosas en el espacio tienen, como mínimo, una altura, una profundidad y una longitud, o una o varias de estas dimensiones. Las entidades mentales, en cambio, no presentan estas características. No es posible describir la mente como un cubo de dos por dos por dos pulgadas o una esfera de dos pulgadas de radio, ubicada en una posición en el espacio dentro del cráneo. Esto no se debe a que la mente tenga alguna forma en el espacio, sino a que no está caracterizada por el espacio en absoluto. Lo que caracteriza a la mente es su consciencia, a diferencia del cerebro, que tiene características físicas y ocupa espacio. En términos simples, de acuerdo con Westphal (2019), los cuerpos permanecen en el espacio, mientras que las mentes no, en el sentido más directo de que asignar dimensiones y ubicaciones lineales a ellas o a sus contenidos y actividades resulta ininteligible.
El problema surge porque, en el caso de los movimientos corporales voluntarios, el contacto entre la mente y el cuerpo sería imposible debido a la naturaleza no extensible de la mente (Skirry, s.f.). Esto se debe a que el contacto debe ser entre dos superficies, pero una superficie es un modo de cuerpo. En consecuencia, la mente no tiene una superficie que pueda entrar en contacto con el cuerpo y hacerlo mover. Por lo tanto, según Skirry (s.f.), si la mente y el cuerpo son completamente diferentes, no hay una explicación inteligible del movimiento corporal voluntario.
Para Descartes, las consecuencias de este problema son graves, ya que socavan su afirmación de tener una comprensión clara y distinta de la mente sin el cuerpo (Skirry, s.f.). Esto se debe a que los seres humanos experimentan sensaciones y mueven voluntariamente algunos de sus miembros corporales, lo que requiere una superficie y un contacto. Como la mente debe tener una superficie y capacidad de movimiento, debe estar extendida, y por tanto, mente y cuerpo no son completamente diferentes. Esto significa que las ideas "claras y distintas" de mente y cuerpo como naturalezas mutuamente excluyentes deben ser incorrectas para permitir la interacción causal mente - cuerpo. Por lo tanto, conforme con Skirry (s.f.), Descartes no ha demostrado adecuadamente que la mente y el cuerpo sean dos sustancias realmente distintas.
De esta forma, su respuesta al problema mente - cuerpo es doble (Skirry, s.f.). Primero, sostiene que es necesario explicar la unión entre mente y cuerpo, pero no cree que los movimientos corporales y las sensaciones sean causados por la interacción directa entre mente y cuerpo. En lugar de eso, defiende una versión de la teoría forma - materia sobre la relación entre alma y cuerpo, basada en ideas aristotélicas. Segundo, argumenta que la pregunta misma parte de la falsa suposición de que dos sustancias con naturalezas diferentes no pueden influir la una sobre la otra. Afirma que lo menos real no puede causar algo más real, ya que carece de la realidad suficiente para producir algo más real que él mismo. Según Skirry (s.f.), esto se aplica a sustancias y sus modos en general: una sustancia infinita, como Dios, es la más real porque no necesita nada más para existir; las sustancias finitas requieren la actividad de Dios para existir; y los modos son los menos reales porque dependen de una sustancia y de la sustancia infinita para existir.
Por lo tanto, según este principio, un modo no puede causar la existencia de una sustancia, ya que los modos son menos reales que las sustancias finitas (Skirry, s.f.). De igual manera, una sustancia finita creada no puede causar la existencia de una sustancia infinita. Sin embargo, una sustancia finita puede causar la existencia de otra sustancia finita o de un modo. Por lo tanto, el argumento de Descartes podría ser que las naturalezas completamente diversas de la mente y el cuerpo no violan este principio causal, ya que ambas son sustancias finitas que causan la existencia de modos en alguna otra sustancia finita. De conformidad con Skirry (s.f.), esto también sugiere que la "actividad" de la mente sobre el cuerpo no requiere contacto y movimiento, indicando que la mente y el cuerpo no mantienen una relación causal mecanicista entre sí.
Referencias
Skirry, J. (s.f.) Descartes, Rene. Iep.utm.edu. Recuperado 11 November 2021, a partir de https://iep.utm.edu/descarte/
Skirry, J. (s.f.). Descartes, Rene: Mind-Body Distinction | Internet Encyclopedia of Philosophy. Internet Encyclopedia of Philosophy. Recuperado 9 de diciembre de 2021, de https://iep.utm.edu/descmind/
Westphal, J. (2019). Descartes and the Discovery of the Mind-Body Problem. The MIT Press Reader. Recuperado 9 de diciembre de 2021, de https://thereader.mitpress.mit.edu/discovery-mind-body-problem/
muy claro!