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Foto del escritorJuliana Eljach

Galileo Galilei (1564 - 1642)

Actualizado: 8 mar

Dentro de las figuras influyentes que moldearon la revolución científica durante el Renacimiento, se destaca la figura de Galileo Galilei (Rubio, s.f.). Este matemático, físico y científico italiano, realizó una contribución significativa a la ciencia y cambió el paradigma sobre la posición de la Tierra en el Universo (Rubio, s.f.). Según lo expresado por Cajal (s.f.), debido a todo lo anteriormente mencionado y a su labor incansable en el desarrollo de la revolución científica y del método científico, se le considera como el padre de la ciencia moderna.



Biografía

Galileo Galilei nació el 15 de febrero del año 1564 en Toscana, más precisamente en la ciudad de Pisa (Cajal, s.f.). Sus progenitores, Vincenzo Galilei, un matemático y músico de Florencia, y Giulia Ammannati di Pescia, proveniente de una familia de artesanos, se encargaron de su educación hasta que cumplió diez años (Cajal, s.f.; Rubio, s.f.). Sin embargo, el núcleo familiar tuvo que trasladarse a Florencia y, al no poder hacerse cargo de Galileo, delegaron su educación a un vecino llamado Jacobo Borhini, un hombre de profunda fe religiosa (Rubio, s.f.; Cajal, s.f.). En correspondencia con Cajal (s.f.), fue precisamente Borhini quien gestionó la entrada de Galileo al convento de Santa María Vallombrosa en Florencia.

La noticia no fue bien recibida por el padre de Galileo, quien no era particularmente religioso (Rubio, s.f.). Por lo tanto, decidió retirar a su hijo del monasterio y, en el año 1581, lo matriculó en la Universidad de Pisa para estudiar medicina (Rubio, s.f.). Sin embargo, cuatro años después, abandonó la universidad sin obtener un título, pero con un sólido entendimiento de Aristóteles (Fernández & Tamaro, 2004). Esta experiencia le permitió descubrir su verdadera vocación: la física (Farias, 2021). A la edad de veinte años, comenzó a realizar experimentos de mecánica, lo que no pasó desapercibido para varios profesores (Rubio, s.f.). Su conocimiento autodidacta en matemáticas era tan vasto que, a los veinticinco años, obtuvo un puesto como instructor de matemáticas en la misma Universidad de Pisa. Según Rubio (s.f.), en el año 1592, se trasladó a Padua y comenzó a trabajar como profesor en la universidad de esa ciudad, donde enseñó disciplinas como astronomía, mecánica y geometría.

Durante los dieciocho años que pasó en Padaua, hasta su partida en el año 1610, sería el período en el que realizaría la mayor parte de sus descubrimientos (Rubio, s.f.). A pesar de la amenaza omnipresente de la Santa Inquisición en Europa, Padua era una metrópoli distante de la represión religiosa (Cajal, s.f.; Rubio, s.f.). Esto le permitió realizar sus experimentos en completa tranquilidad, sin sentirse amenazado por esta institución opresiva (Cajal, s.f.; Rubio, s.f.). Durante su tiempo en Padua, formuló la ley que describía el movimiento acelerado de los objetos, observó las estrellas, verificó el funcionamiento de la bomba de agua, construyó el precursor del termómetro y estudió el magnetismo (Rubio, s.f.). De hecho, conforme con Rubio (s.f.), uno de los hitos de su carrera profesional ocurrió allí, en el año 1609, cuando perfeccionó el telescopio y pudo observar el cielo nocturno de una manera que nadie había visto antes, adquiriendo así los conocimientos que le permitieron desafiar la teoría geocéntrica.

A través de sus observaciones, llegó a la conclusión de que el Sol, y no la Tierra, es el centro de la galaxia (Rubio, s.f.). Esta conclusión se basó en el método científico, no en creencias o suposiciones. Paralelamente, al reconocer que la Tierra no era el centro del Universo, también reconoció que el planeta se estaba moviendo. Con esto, corroboró la premisa formulada años atrás por Nicolás Copérnico, quien afirmaba que la Tierra no era el centro de todo. Además, de acuerdo con Rubio (s.f.), sus observaciones con el telescopio le ayudaron a demostrar que los cuerpos celestes no gravitaban alrededor de la Tierra, sino que los planetas giraban en torno al Sol.

En el año 1611, emprendió un viaje a Roma con el propósito de presentar sus descubrimientos (Rubio, s.f.). Su oposición al modelo que, hasta ese momento, había sido aceptado en la sociedad renacentista, atrajo la atención de varios investigadores, así como la desaprobación de la mayoría de las autoridades eclesiásticas. Afirmar que la Tierra no era el centro de todo fue un ataque contra uno de los pilares fundamentales de la Iglesia y de la religión cristiana. La censura fue inmediata y, en el año 1616, la Santa Inquisición le prohibió defender, divulgar, enseñar y promover la teoría heliocéntrica. A pesar de la represión contra su ciencia, continuó investigando y desarrollando sus estudios, así como publicando obras. Para eludir la censura, en lugar de “defender" el heliocentrismo, presentó esta idea como una hipótesis, lo que técnicamente no la defendió, sino que la describió. Conforme con Rubio (s.f.), este fue un matiz inteligente y sutil que le permitió continuar publicando durante un tiempo.

Con el paso de las décadas, quizás ya un poco cansado de tener que presentar un hecho científico como una mera hipótesis, publicó un trabajo en el año 1632 en el que defendía abiertamente la teoría heliocéntrica: “Diálogos sobre los dos grandes sistemas del mundo” (Rubio, s.f.). Esta vez, la Santa Inquisición no tardó en darse cuenta y comenzó a investigar la situación como heterodoxia. Un año después, a la edad de sesenta y nueve años, fue acusado en Roma de violar la censura del año 1616, tratándolo como una infracción y amenazándolo con ser torturado. Finalmente se vio obligado a retractarse de la teoría heliocéntrica y sus hallazgos. Después de rechazar sus ideas, su condena se redujo a arresto domiciliario, que, aunque injusto, era preferible a ser torturado por los medios inquisitoriales más sofisticados. De conformidad con con Rubio (s.f.), cuenta la leyenda que, al salir de la corte, musitó "Eppur si muove", aludiendo al hecho de que la Tierra seguiría moviéndose como él había observado.

El arresto domiciliario duró desde el año 1633 hasta el año 1638, tiempo en el cual se quedó invidente (Rubio, s.f.). Al percatarse de que Galileo había quedado invidente, la Santa Inquisición mostró cierta misericordia cristiana y permitió que se trasladara a una residencia cerca del océano. En aquel lugar, continuó trabajando con varios de sus alumnos, entre ellos, Evangelista Torricelli y Vincenzo Viviani (Cajal, s.f.). Finalmente, falleció el 8 de enero de 1642, a la edad de setenta y siete años (Rubio, s.f.). Según Rubio (s.f.), murió rechazado por sus seguidores, quienes no le perdonaron por haber cedido ante la presión inquisitorial, y fue visto como un hereje por la Santa Iglesia, institución que reconoció el error de haberlo condenado en el año 1992.



Método Científico

Se reconoce a Galileo Galilei por introducir un enfoque innovador para la investigación, apoyado por el método científico (Cajal, s.f.). El desarrollo e implementación del método científico fue un punto crucial para la realización de la verdadera ciencia (Farias, 2021). Para Galilei, las hipótesis eran esenciales y serían aceptadas o rechazadas basándose en observaciones empíricas. Sin embargo, en correspondencia con Farias (2021), lo que se debía evitar era adoptar las verdades de la Iglesia y absolutizarlas sin antes haberlas sometido al método científico.



Teoría Heliocéntrica

Se reconoce a Galileo Galilei por su teoría heliocéntrica, la cual le llevó a enfrentarse a los tribunales de la Inquisición (Rubio, s.f.). Este aporte es considerado un momento crucial en la separación entre la Iglesia y la ciencia. A través de sus observaciones, fortaleció la teoría copernicana, que defendía que la Tierra giraba alrededor del Sol y no al revés (Rubio, s.f.). Esta teoría heliocéntrica fue una de las revoluciones científicas más significativas en la historia de la ciencia, ya que, por un lado, cambió el paradigma anterior, y por otro, hizo que las personas se dieran cuenta de que no eran el centro del cosmos, sino que formaban parte de un cuerpo celeste, entre otros, que giraban alrededor de una estrella. Sin embargo, es importante destacar que se equivocó al pensar que el Sol era el centro de la Galaxia (Rubio, s.f.). En efecto, según Rubio (s.f.), el Sol es el corazón del Sistema Solar, pero hoy en día se sabe que el Sol orbita alrededor de otros objetos celestes más grandes y que su posición en la Vía Láctea es más bien periférica.



Mejora del Telescopio

A Galileo Galilei se le atribuye a menudo, de manera incorrecta, la creación del telescopio (Redd, 2017). No fue él quien inventó el telescopio desde cero, puesto que existían otros artefactos semejantes con lentes que aumentaban los objetos (Rubio, s.f.). Sin embargo, en correspondencia con Rubio (s.f.), fue la perspicacia de Galileo Galilei la que hizo posible optimizar estos dispositivos, dando lugar así al primer telescopio tal como se conoce en la actualidad, un instrumento capaz de magnificar los cuerpos celestes hasta 30 veces.



Observaciones del Cielo

Gracias al desarrollo de su telescopio, se reconoce a Galileo Galilei por haber logrado observar el cielo de una manera que nadie antes había conseguido (Rubio, s.f.). Fue el pionero en la observación de los cráteres lunares, las manchas solares, los cuatro satélites más grandes de Júpiter, las fases de Venus y otros fenómenos y cuerpos astronómicos (Rubio, s.f.). Finalmente, de conformidad con Cajal (s.f.), el telescopio desenmascaró que el cosmos contenía un número mucho mayor de estrellas de las que eran visibles a simple vista.



Leyes del Movimiento

Galileo Galilei es reconocido como una fuente de inspiración y precursor de las leyes del movimiento, que fueron formuladas posteriormente por el físico y matemático inglés Isaac Newton (Rubio, s.f.). Galilei llegó a la conclusión de que todos los cuerpos, sin importar su tamaño o masa, aceleran a la misma velocidad (Cajal, s.f.). De la misma manera, desarrolló el concepto de movimiento en términos de velocidad mediante la implementación de planos inclinados. Además, formuló el concepto de fuerza como causa del movimiento y estableció que el estado natural de un objeto es el reposo o el movimiento uniforme. Por ejemplo, los objetos siempre tienen una velocidad y, en ocasiones, esta velocidad tiene una magnitud de cero, lo que equivale a reposo. Finalmente, según Cajal (s.f.), Galilei postuló que los objetos resisten los cambios de movimiento, un concepto conocido como inercia.



Desarrollo de las Matemáticas

Durante su adolescencia, Galileo Galilei tenía un profundo amor por las matemáticas y creía que podían describir las leyes de cómo funcionaba el mundo (Rubio, s.f.). Las matemáticas eran una herramienta fundamental para entender la naturaleza, ya que, el mundo estaba gobernado por los números. Por lo tanto, de acuerdo con Rubio (s.f.), fue uno de los primeros científicos en fundamentar sus investigaciones en las matemáticas, utilizando los números como herramientas para analizar y entender los fenómenos que ocurrían en la naturaleza.



Precursor del Termómetro

Se le atribuye a Galileo Galilei la creación del precursor del termómetro, conocido como termoscopio (Rubio, s.f.). Este dispositivo consistía en un tubo que terminaba en una esfera de gran tamaño, y estaba lleno de agua o alcohol (Aguirre, 2019). Utilizaba el aire caliente para mover el agua a través del tubo, que estaba marcado con un rango de temperaturas. En correspondencia con Aguirre (2019), este descubrimiento fue la base para el desarrollo de los termómetros modernos, lo que lo convierte en un hallazgo de gran importancia.



Referencias

  1. Cajal, A. (s.f.). Galileo Galilei: biografía, aportes y obras. Lifeder. Recuperado 16 de noviembre de 2021, de https://www.lifeder.com/aportaciones-galileo-galilei/

  2. Farias, I. (2021). Principales aportaciones de Galileo Galilei a la ciencia. Psicocode. Recuperado 16 de noviembre de 2021, de https://psicocode.com/ciencia/aportaciones-galileo-galilei/

  3. Fernández, T., & Tamaro, E. (2004). Galileo Galilei. Biografías y Vidas. Recuperado 16 de noviembre de 2021, de https://www.biografiasyvidas.com/monografia/galileo/

  4. Redd, N. T. (2017). Galileo Galilei: Biography, inventions & other facts. Space.Com. Recuperado 17 de noviembre de 2021, de https://www.space.com/15589-galileo-galilei.html

  5. Rubio, N. M. (s. f.). Galileo Galilei: biografía y aportes a la ciencia de este investigador. Psicología y Mente. Recuperado 16 de noviembre de 2021, de https://psicologiaymente.com/biografias/galileo-galilei


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