En la actualidad, el ritmo acelerado de vida y las múltiples demandas laborales y sociales han llevado a muchas personas a descuidar un aspecto fundamental: la crianza de los hijos (Garduza, 2019). Este contexto ha propiciado que numerosos cuidadores recurran a dispositivos tecnológicos como herramientas principales para mantener a los niños ocupados. Este fenómeno, aunque práctico, tiende a fomentar una actitud de indiferencia hacia la crianza activa y participativa. Este comportamiento no solo limita las interacciones significativas entre cuidadores e hijos, sino que también afecta la transmisión de valores esenciales. En muchos casos, los cuidadores no dedican tiempo suficiente para dialogar con sus hijos, inculcar normas básicas de convivencia o enseñarles habilidades sociales necesarias para un desarrollo integral. De acuerdo con Garduza (2019), este vacío en la crianza puede repercutir negativamente en la formación emocional y social de los niños, perpetuando dinámicas de desconexión en el núcleo familiar.
Características de los Cuidadores Indiferentes
Los cuidadores indiferentes suelen presentar características como la falta de establecimiento de límites, reglas o normas, además de mantener una actitud distante y fría hacia sus hijos e hijas (Garduza, 2019; Redondo, 2019; Torres, 2022). Estos cuidadores tienden a no corregir conductas negativas, ejercer un control mínimo sobre el comportamiento infantil y permitir que los niños hagan lo que deseen para evitar ser molestados. Asimismo, de conformidad con Garduza (2019), Redondo (2019) y Torres (2022), muestran poco afecto, tienen una comunicación limitada y no participan en actividades recreativas o intereses compartidos con sus hijos, lo que refleja una escasa disponibilidad emocional hacia ellos.
Entre los principales indicadores de indiferencia, se destaca la creencia de que los niños son demasiado pequeños para comprender lo que sucede a su alrededor (Garduza, 2019). Frases como "déjalos tranquilos, son solo niños" sugieren que cualquier comportamiento es aceptable por su corta edad. Sin embargo, si no se inculcan buenos hábitos desde una edad temprana, esto puede generar complicaciones en el futuro, ya que los niños no aprenderán a escuchar ni a responder de manera adecuada a las normas sociales. De igual forma, resulta fundamental corregir la idea de que no es necesario explicarles las razones detrás de las situaciones debido a su corta edad. Garduza (2019) enfatiza que, utilizando un lenguaje adecuado, conversar con los niños desde pequeños fortalece la comunicación con los cuidadores y establece un hábito que les permitirá buscar apoyo en los adultos cuando se sientan vulnerables.
Consecuencias de la Indiferencia de los Cuidadores
El cariño, la comunicación adecuada y el control del comportamiento representan pilares fundamentales para garantizar que los niños y niñas se sientan seguros y valorados en su entorno familiar (Ocampo, 2018). Según Ocampo (2018), cuando los cuidadores no demuestran interés por aspectos esenciales de la vida de sus hijos, como las calificaciones escolares, los problemas emocionales o el comportamiento, transmiten un mensaje implícito de desinterés y falta de importancia hacia ellos.
Este tipo de conductas puede impactar negativamente el desarrollo integral de los menores, generando baja autoestima, actitudes egoístas, comportamientos agresivos y dificultad para asumir responsabilidades (Gardunza, 2019; Ocampo, 2018). Además, los niños expuestos a esta indiferencia presentan mayor vulnerabilidad a conflictos personales y sociales, junto con habilidades sociales limitadas o inexistentes. Asimismo, esta falta de atención y afecto puede conducir a dificultades académicas significativas y una mayor propensión a involucrarse en conductas de riesgo. En muchos casos, los menores intentan suplir esta carencia emocional buscando apoyo en sus compañeros o adultos externos al núcleo familiar, lo que puede derivar en una dependencia emocional excesiva. Según Gardunza (2019) y Ocampo (2018), la responsabilidad y el interés de los cuidadores hacia sus hijos no solo son esenciales para promover un desarrollo sano, sino también para prevenir consecuencias adversas que afecten su vida emocional, social y académica.
Referencias
Garduza, T. (2019). Padres indiferentes en la crianza de sus hijos. Educación en Casa. Recuperado 25 de agosto de 2022, de https://educacionencasa.net/padres-indiferentes-en-la-crianza-de-sus-hijos/
Ocampo, J. (2018). El impacto de la indiferencia de los padres sobre los hijos. Guiainfantil.com. Recuperado 25 de agosto de 2022, de https://www.guiainfantil.com/familia/padres/el-impacto-de-la-indiferencia-de-los-padres-sobre-los-hijos/
Redondo, A. (2019). Estilo educativo indiferente o negligente. Pediatria Salud. Recuperado 25 de agosto de 2022, de https://www.pediatriasalud.com/estilo-educativo-indiferente-o-negligente/
Torres, I. (2022). Estilo de crianza: ¿cómo influye en el desarrollo y comportamiento de los niños? Baby Daily. Recuperado 25 de agosto de 2022, de https://babydailyenespanol.com/ser-padres/estilo-de-crianza-como-influye-en-el-desarrollo-y-comportamiento-de-los-ninos/
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