Los cuidadores autoritarios solían ser considerados la norma en la dinámica familiar hace varias décadas (Sanchis, 2020). Sin embargo, en la actualidad, diversas disciplinas de las ciencias del comportamiento, incluida la psicología, han demostrado que estos estilos de crianza pueden ser perjudiciales para el desarrollo de los niños y niñas en la mayoría de los casos. En este contexto, en correspondencia con Sanchis (2020), es importante destacar que las prácticas de crianza autoritarias tienen consecuencias negativas en varios aspectos del desarrollo infantil.
Características de las Familias Autoritarias
Orden
La característica distintiva de las familias autoritarias es su fuerte enfoque en el "orden" (Cajal, 2019). De conformidad con Cajal (2019), este tipo de autoritarismo se fundamenta en la necesidad de controlar todos los aspectos del núcleo familiar, con el objetivo de garantizar el orden y la estabilidad en la estructura familiar.
Estructura Vertical
La estructura familiar se caracteriza por una organización jerárquica y unidireccional, lo que implica que las relaciones de poder están definidas dentro del núcleo familiar (Cajal, 2019; Núñez, 2021). En este contexto, el padre ocupa el lugar más alto en la jerarquía, asumiendo la responsabilidad de establecer las reglas que rigen el hogar y de imponer sanciones a quienes las infringen (Cajal, 2019). En segundo lugar, se encuentra la madre. Sin embargo, a menudo, la madre exhibe una mayor flexibilidad en comparación con el padre. Esta tendencia se origina en la naturaleza autoritaria del padre, la cual puede generar resistencia en los hijos hacia sus cuidadores. Por ende, la madre, en su esfuerzo por mantener el afecto, tiende a adoptar un estilo más permisivo. Por último, según Cajal (2019), los hijos ocupan un lugar inferior en esta jerarquía, siendo el mayor de ellos quien asume la responsabilidad de cuidar y supervisar a sus hermanos menores.
Poca Flexibilidad
El estilo educativo autoritario se define por una vigilancia y control excesivos, así como por la imposición de reglas y la supervisión constante de las actividades de los niños y niñas (Navarro, 2020). Los cuidadores que optan por este enfoque de crianza permanecen siempre alerta ante el comportamiento, las decisiones y la vida en general de sus hijos e hijas, lo que puede generar un ambiente restrictivo y poco propicio para el desarrollo emocional y social (Navarro, 2020). Además, las familias que adoptan un enfoque autoritario tienden a limitar el desarrollo de la cultura humana, considerándola perjudicial para la dinámica familiar (Cajal, 2019). Por consiguiente, de acuerdo con Cajal (2019), los niños y niñas que crecen en estos entornos se ven forzados a adaptarse a contextos sociales y económicos donde la explotación y la dominación constituyen las bases fundamentales de sus interacciones futuras.
Posible Maltrato
En el contexto de la crianza y el cuidado, Sanchis (2020) sostiene que los cuidadores autoritarios, que a menudo presentan habilidades emocionales limitadas, tienden a recurrir al castigo físico y a la violencia verbal como métodos considerados necesarios y "lógicos" para establecer límites en el comportamiento de los niños.
Consecuencias del Estilo Autoritario
El desafío al que se enfrentan los padres consiste en ejercer una autoridad positiva que propicie el desarrollo de hijos felices, seguros de sí mismos, curiosos, independientes y respetuosos (Quicios, 2021). Sin embargo, tal como señala Quicios (2021), es común que, en el intento de lograr esta autoridad, se reproduzcan patrones del pasado que se asemejan a la figura del padre autoritario.
Inseguridad
Los niños criados en ambientes autoritarios suelen desarrollar inseguridades y ansiedades significativas, debido a la falta de reglas claras y controles de sus padres (Pizzolante, 2018). Esta situación provoca que no aprendan a actuar adecuadamente ante diversas circunstancias, lo que limita su capacidad para gestionar sus propias emociones y deseos. A medida que estos niños crecen y se enfrentan a situaciones en el exterior que requieren toma de decisiones, se sienten abrumados y temerosos (Pizzolante, 2018). En este contexto, según Quicios (2021), es fundamental destacar que las altas expectativas que los padres tienen sobre sus hijos generan un exceso de nerviosismo, malestar e incluso ansiedad en ellos, derivado del constante deseo de satisfacer a sus cuidadores.
Baja Autoestima
En el contexto del desarrollo infantil, es crucial considerar cómo las expectativas elevadas de los cuidadores pueden influir en la percepción que los niños y niñas tienen de sí mismos (Quicios, 2021). En correspondencia con Quicios (2021), la inseguridad que surge de estas expectativas puede ser perjudicial, ya que provoca que los menores adopten una visión negativa de su autoimagen.
Poca Inteligencia Emocional
Los niños enfrentan dificultades significativas en el manejo de sus emociones (Quicios, 2021). Esta situación puede llevar a que muchos de ellos desarrollen un profundo resentimiento hacia sus cuidadores, una ira que, a lo largo de su vida, ha sido reprimida y no gestionada adecuadamente (Pizzolante, 2018). Sin embargo, es importante destacar que, en ocasiones, estos niños experimentan un temor considerable al expresar su enfado hacia sus cuidadores, temiendo las posibles represalias que podrían enfrentar como consecuencia de sus emociones. Cuando esta ira finalmente logra manifestarse, suele adoptar formas de agresividad, resultando en estallidos emocionales muy intensos. De acuerdo con Pizzolante (2018), esta dinámica se vuelve aún más compleja durante la adolescencia, ya que el enfrentamiento entre los hijos y sus cuidadores tiende a intensificarse, especialmente cuando estos últimos ejercen un estilo de crianza autoritario.
Mala Toma de Decisiones
Este estilo de crianza no promueve la autonomía ni la capacidad de tomar decisiones basadas en deseos y criterios personales (Pizzolante, 2018). En lugar de fomentar la independencia, este enfoque valora la obediencia y evita la creación de conflictos (Pizzolante, 2018). Como resultado, los niños y niñas carecen de la autonomía necesaria para elegir sus propias actividades, ya que están obligados a cumplir con las expectativas y metas impuestas por sus padres (Quicios, 2021). En consecuencia, conforme a Quicios (2021), estos menores no tienen la oportunidad de desarrollar su independencia ni de adquirir las habilidades necesarias para resolver sus propios conflictos.
Malestar y Enfermedad
La presión constante que ejercen los padres excesivamente exigentes sobre sus hijos puede tener consecuencias significativas para la salud de los niños (Quicios, 2021). En primer lugar, esta presión diaria puede debilitar sus defensas, lo que los hace más susceptibles a diversas enfermedades. Además, de conformidad con Quicios (2021), el estrés prolongado asociado con expectativas poco realistas puede llevar a la aparición de trastornos emocionales, incluyendo la depresión.
Falta de Competencias Sociales
La comunicación entre cuidadores e hijos es fundamental para el desarrollo emocional y social de los niños (Pizzolante, 2018). Sin embargo, se ha observado que esta interacción es deficiente, lo que impide un intercambio efectivo de ideas y sentimientos. Este déficit en la comunicación lleva a que los niños no se sientan escuchados, lo cual tiene repercusiones significativas en su desarrollo. Como resultado, los niños pueden comenzar a ocultar información o incluso a mentir a sus cuidadores, especialmente durante la adolescencia. Esta situación genera un ambiente de desconfianza, donde los jóvenes no se sienten seguros para compartir sus experiencias o preocupaciones (Pizzolante, 2018). Según Quicios (2021), esta dinámica negativa afecta el desarrollo de habilidades sociales esenciales en los niños, dificultando su capacidad para relacionarse adecuadamente con sus pares y otras personas en su entorno.
Referencias
Cajal, A. (2019). Familia Autoritaria y sus Características. Lifeder. Recuperado 22 de agosto de 2022, de https://www.lifeder.com/familia-autoritaria/
Navarro, A. (2020). Padres autoritarios. Un mal que necesita erradicarse. Eres Mamá. Recuperado 22 de agosto de 2022, de https://eresmama.com/padres-autoritarios-mal-necesita-erradicarse/
Núñez, A. (2021). Estilo de crianza autoritario: características y posibles efectos en los hijos. Mejor con Salud. Recuperado 22 de agosto de 2022, de https://mejorconsalud.as.com/estilo-crianza-autoritario/
Quicios, B. (2021). Padres autoritarios con sus hijos. Guiainfantil.com. Recuperado 22 de agosto de 2022, de https://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/padres-autoritarios-con-sus-hijos/
Sanchis, S. (2020). Padres autoritarios: características y consecuencias para sus hijos. parabebes.com. Recuperado 22 de agosto de 2022, de https://www.parabebes.com/padres-autoritarios-caracteristicas-y-consecuencias-para-sus-hijos-4816.html
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