Los cambios, generalmente, suelen generar incertidumbre, que frecuentemente se asocia con la ansiedad, una reacción natural de miedo ante lo desconocido (Conrado, 2016). Este fenómeno es particularmente común en los niños, quienes aún no cuentan con la madurez necesaria para evaluar o comprender plenamente las situaciones nuevas que enfrentan. Por ello, en correspondencia con Conrado (2016), la presencia de los cuidadores principales se convierte en un factor esencial, ya que actúan como guías fundamentales en este proceso.
Un episodio significativo durante la infancia, como una mudanza, puede dejar una huella emocional duradera (Conrado, 2016). La mudanza no implica sólo un cambio de hogar, sino que también conlleva un proceso de duelo (Ruiz, 2012). Este duelo se refiere a la pérdida de aquellos recuerdos, emociones y sentimientos ligados a la casa que se deja atrás. Mientras que tanto adultos como niños experimentan estas emociones, los adultos suelen tener herramientas más desarrolladas para gestionar el impacto emocional de la situación. En cambio, para los niños, este proceso puede resultar más desafiante, ya que su rutina estaba estructurada en torno al hogar anterior, lo que puede generar diversas respuestas emocionales, como miedo, ansiedad y tristeza. Dado este contexto, Ruiz (2012) menciona que, es fundamental acompañar a los niños durante la transición que supone una mudanza, brindándoles apoyo emocional y estrategias que les permitan adaptarse mejor al cambio.
¿Qué es el Duelo Migratorio Infantil?
Existen diversas razones que pueden llevar a una familia a emigrar, entre las que se destacan la búsqueda de mejores oportunidades, los conflictos bélicos y la persecución social (Capeluto, 2023). Aunque algunas de estas causas son más traumáticas que otras, la migración siempre implica un proceso de duelo. Este proceso es importante en el caso de los niños, y se le conoce como duelo migratorio infantil. Dicho término se utiliza para describir las respuestas emocionales y el proceso de adaptación que los menores experimentan al dejar su lugar de origen. El psiquiatra, Joseba Achotegui, señala que el duelo migratorio es un proceso múltiple, ya que involucra diversas pérdidas significativas. Las personas que migran, ya sea de manera permanente o temporal, se ven alejadas de su hogar, tradiciones, cultura, amistades y vínculos familiares, e incluso, en algunos casos, del idioma nativo. Según Capeluto (2023), este distanciamiento es inevitablemente un factor que desencadena efectos psicológicos notables, especialmente en los niños.
Impacto Emocional en los Niños Migrantes
En un mundo de creciente globalización, el fenómeno migratorio continúa expandiéndose, y desafortunadamente, los niños son quienes sufren de manera más profunda sus efectos (Osores, 2022). De conformidad con Osores (2022), mientras los adultos son conscientes de la urgencia de escapar de situaciones como el hambre, el desempleo o la violencia, los niños se ven inmersos en un torrente de experiencias inesperadas que pueden afectar su salud emocional, a menudo sin que los padres perciban la magnitud del problema.
El duelo migratorio varía en cada niño, ya que no es lo mismo emigrar acompañado de ambos padres, hacerlo solo con uno o enfrentar el viaje en avión que atravesar numerosos países con peligros latentes (Osores, 2022). A diferencia de los adultos, los niños no comprenden plenamente lo que implica dejar atrás la vida que conocen para enfrentarse a un entorno nuevo, con diferencias en idioma, geografía y costumbres. Conforme con Osores (2022), el problema se agrava cuando los menores comienzan a notar la ausencia de sus seres queridos, escuela, hogar y objetos personales, lo que incrementa su sensación de pérdida.
Manifestaciones del Duelo Migratorio Infantil
Sentimientos Ambivalentes
En primer lugar, es frecuente la aparición de sentimientos ambivalentes (Capeluto, 2023). Los niños pueden experimentar emociones mixtas o contradictorias debido al proceso de adaptación a un nuevo hogar y estilo de vida. Este descubrimiento de un entorno desconocido puede resultar estimulante para algunos, mientras que para otros genera miedo y preocupación. A menudo, los menores no comprenden las razones detrás de la separación de sus amistades y hogares, lo cual complica aún más el proceso de despedida. En los niños mayores, quienes tienen una mayor comprensión de la situación, pueden surgir sentimientos de esperanza ante la posibilidad de una vida mejor. Sin embargo, en correspondencia con Capeluto (2023), estos se mezclan con una profunda nostalgia, soledad y tristeza al abandonar su lugar de origen.
Agresividad o Aislamiento
Otro aspecto a considerar es la aparición de agresividad o aislamiento (Capeluto, 2023). Según un estudio realizado por la Universidad Antonio Ruiz de Montoya en Perú, la frustración derivada de la mudanza puede llevar a algunos niños a adoptar conductas perjudiciales, tales como la agresividad física o verbal, o el aislamiento voluntario. En el caso particular de los niños refugiados, la vulnerabilidad es aún más evidente. A menudo, según Capeluto (2023), estos menores se sienten excluidos o diferentes debido a las barreras culturales o lingüísticas, lo que los lleva a evitar el contacto social o a manifestar comportamientos desafiantes como una forma de expresar su dolor, ira o frustración.
Quejas Somáticas
Además, es común la aparición de quejas somáticas (Capeluto, 2023). Mientras que los preadolescentes y adolescentes pueden expresar su malestar verbalmente, los niños más pequeños suelen manifestarlo a través de síntomas físicos. De conformidad con Capeluto (2023), entre los más frecuentes se encuentran las cefaleas, la fatiga, el cansancio, los dolores abdominales, los vómitos, la pérdida o aumento del apetito y las alteraciones del sueño, como las pesadillas.
Ansiedad
Por otro lado, la ansiedad es otra manifestación habitual en los niños que atraviesan un proceso migratorio (Capeluto, 2023). La incertidumbre y los cambios asociados con este proceso, como la necesidad de adaptarse a un nuevo entorno, hacer nuevos amigos y ajustarse a las costumbres del país de acogida, contribuyen a la aparición de este trastorno. A su vez, en correspondencia con con Capeluto (2023), los menores suelen experimentar miedo a lo desconocido, como el aprendizaje de un nuevo idioma o el enfrentamiento de situaciones nuevas.
Detención o Regresión en el Desarrollo
Finalmente, en casos donde la migración es particularmente confusa o traumática, se puede observar una detención o regresión en el desarrollo (Capeluto, 2023). Los niños más pequeños pueden retroceder en el control de esfínteres o en el uso del lenguaje, volviendo a hablar como bebés. Además, es común que presenten desorientación espacio - temporal, lo cual es confirmado por un estudio realizado por la revista Journal of Applied Developmental Psychology sobre niños refugiados en el Líbano. Asimismo, de acuerdo con Capeluto (2023), el rendimiento académico de los menores puede verse afectado, ya que las prioridades se reorganizan de acuerdo con el momento desestabilizador que están viviendo.
Preparar a los Niños para una Mudanza: Claves para una Transición Exitosa
Información
Es fundamental comunicar de manera positiva a los hijos la decisión de mudarse, brindándoles toda la información necesaria y respondiendo a sus preguntas para que puedan prepararse gradualmente para el cambio (Ruiz, 2012; Conrado, 2016). Evitar el tema puede generar incertidumbre, por lo que es recomendable explicarles claramente las razones del traslado (Ruiz, 2012). De conformidad con Ruiz (2012), a medida que se acerque la fecha de la mudanza, es importante volver a hablar con ellos y preguntarles cómo se sienten ante este cambio.
Estimulo
Un aspecto clave es motivar a los niños para que se sientan emocionados con la idea de mudarse (Ruiz, 2012). Se les puede mostrar fotos de la nueva casa, mapas de la ciudad y lugares emblemáticos de la zona, como parques y monumentos, para que identifiquen algunos sitios y no todo resulte completamente nuevo (Conrado, 2016). De acuerdo con Ruiz (2012), es trascendental que comprendan que tendrán su propio espacio en el nuevo hogar, tal como lo tienen en la casa actual, y que se resalten los aspectos positivos del cambio.
Involucramiento
Involucrar a los niños en el proceso de mudanza también resulta beneficioso (Ruiz, 2012). Si es posible, es recomendable que ellos acompañen a los padres a ver las casas potenciales, de modo que se sientan parte del proceso. Además, permitirles colaborar en el empaquetado de sus pertenencias personales puede hacer que se sientan más integrados en este cambio. De igual forma, en correspondencia con Ruiz (2012), una vez en la nueva casa, se les puede involucrar en el desempacado, ayudándoles a adaptarse con mayor facilidad.
Actividades y Lugares
De la misma manera, informarse sobre las actividades y espacios públicos cercanos, como parques o plazas, donde los niños puedan divertirse (Ruiz, 2012). Este tipo de información puede ayudar a que vean el cambio con más entusiasmo. En caso de que deban cambiar de institución educativa, Ruiz (2012) menciona que es importante conversar con los nuevos profesores, explicarles la situación y estar atentos a la adaptación de los niños.
Comunicación
La comunicación abierta y clara es esencial para que la transición sea lo más llevadera posible (Ruiz, 2012). Se recomienda dedicar tiempo a hablar con los niños sobre sus sentimientos y expresarles apoyo incondicional (Ruiz, 2012). Este discurso debe ser positivo; por ello, se sugiere plantear algunas ventajas que podrían encontrar tras la mudanza, tales como hacer nuevos amigos, descubrir lugares para visitar o disfrutar de una habitación más espaciosa (Conrado, 2016). Una vez realizada la mudanza, es esencial involucrar al niño en la decoración de su nueva habitación, lo cual puede resultar emocionante. Además, mantener el contacto con los amigos antiguos es igualmente importante, aunque sea a través de llamadas telefónicas (Conrado, 2016). Es crucial recordarles que no están atravesando este proceso solos, sino que los padres están allí para acompañarlos y brindarles el apoyo que necesiten (Ruiz, 2012). Según Ruiz (2012), es recomendable mostrarse comprensivo y abierto ante cualquier reclamo que puedan expresar, prestando atención a sus reacciones.
Referencias
Capeluto, S. (2023, junio 18). ¿Cómo se Manifiesta el Duelo Migratorio Infantil? Eres Mamá. https://eresmama.com/duelo-migratorio-infantil/
Conrado, N. (2016, junio 26). Lo que no Debes Hacer con un Niño: Por qué un Traslado Puede Marcarles Toda su Vida. El Confidencial. https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-06-26/traslado-nino-toda-vida_1222789/
Osores, D. (2022). ¿Cómo Afecta el “Duelo Migratorio” a los Niños? El Pregonero. https://www.elpreg.org/comunidad/como-afecta-el-duelo-migratorio-a-los-ninos
Ruiz, L. (2012, febrero 6). Cómo Ayudar a mis Hijos a Superar una Mudanza. Mundo Deportivo. https://www.mundodeportivo.com/uncomo/educacion/articulo/como-ayudar-a-mis-hijos-a-superar-una-mudanza-4783.html
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