El conductismo, también conocido como la psicología del comportamiento, es una teoría del aprendizaje basada en la idea de que todos los comportamientos se adquieren a través del condicionamiento (Vergara, 2018). Los psicólogos del comportamiento, entre ellos John Watson y Burrhus Skinner, querían encontrar principios objetivos para controlar el comportamiento de los organismos vivos (García, s.f.). En correspondencia con García (s.f.), su deseo era ser absolutamente fieles a las más estrictas reglas del método científico.
Según esta línea de pensamiento, la conducta puede examinarse de forma sistemática y observable, independientemente de los estados mentales internos (Vergara, 2018). Esta idea fue propuesta originalmente por Watson en "La psicología tal y como la ve el conductista” (García, s.f.). Para cubrir esta necesidad, los psicólogos del comportamiento llegaron a su resultado final, que es eliminar al hombre del escenario de la psicología, reduciéndolo a un simple fenómeno, objeto de descripciones literarias. Es decir, de acuerdo con Vergara (2018), sólo se debe tener en cuenta el comportamiento observable, puesto que, las percepciones, las emociones y los estados de ánimo son demasiado subjetivos.
En el mismo orden de ideas, el ser humano puede compararse con una máquina, puesto que, en ambos sistemas, el comportamiento puede predecirse y controlarse mediante leyes (García, s.f.). Es por esto, que el psicólogo conductista, reduce el comportamiento humano a las mismas leyes reguladoras del comportamiento animal (García, s.f.). Es decir, no existe una diferencia fundamental o cualitativa entre la conducta humana y el comportamiento animal (Vergara, 2018). Por tanto, la investigación se puede realizar tanto en animales como en seres humanos, lo que se denomina como psicología comparada. Como consecuencia, según Vergara (2018), las ratas y las palomas se han convertido en la principal fuente de datos para los conductistas, puesto que, su entorno es fácil de controlar.
Además, la postura conductual minimiza o prescinde del papel diferenciador de la herencia individual, argumentando que, por razones prácticas, todos los hombres son igualmente dotados al nacer y tienen una gran flexibilidad para ser moldeados a lo largo la vida, dependiendo del tipo de condicionamiento al que se exponen (García, s.f.). Pues, estos creen que las respuestas a los estímulos ambientales moldean las acciones (Vergara, 2018). En pocas palabras, el conductismo enfatiza el papel de los factores ambientales en la influencia del comportamiento, casi excluyendo los factores innatos o heredados. Por tanto, de acuerdo con Vergara (2018), esta rama de pensamiento se considera como un enfoque centrado en el aprendizaje.
De igual forma, los conductistas rigurosos creen que cualquier persona puede ser entrenada para realizar cualquier tarea, independientemente de su origen genético, sus rasgos de personalidad y sus pensamientos internos (Vergara, 2018). Con base en estas premisas, en correspondencia con García (s.f.), la conducta ya no pertenece al ser humano, y este es simplemente un organismo de naturaleza biológica, que reacciona a la situación estimulante según leyes que no dependen de él.
Adicionalmente, el conductismo defiende que si se refuerza una determinada conducta, ésta tiende a repetirse, no obstante, si no se refuerza, no se aprende (García, s.f.). Es decir, no importa cuán complicado sea, todos los comportamientos pueden reducirse a simples asociaciones de estímulo y respuesta (Vergara, 2018). Si esto es cierto, entonces cualquier persona que recompense o castigue a otra, puede conseguir que se haga lo que esa persona quiere (García, s.f.). En conformidad con García (s.f.), este principio también explica eficazmente el comportamiento humano, que se logra inexorablemente desde la infancia a través del condicionamiento de los padres, los educadores, la sociedad, entre otros, basado en la recompensa o el castigo.
Por último, desde esta perspectiva, el humano es un ser receptivo, una entidad pasiva que se limita a responder a los estímulos ambientales (Universidad Internacional de Valencia, 2017). Por tanto, las personas no pueden ser libres, puesto que, el comportamiento es completamente una función del condicionamiento (García, s.f.). De acuerdo con García (s.f.), al no ser libre, no puede responder por sus acciones frente a otros, es decir, no puede asumir la responsabilidad de sus propias acciones.
Referencias
García, L. Sisbib.unmsm.edu.pe. Recuperado 25 March 2021, a partir de https://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/investigacion_psicologia/v02_n2/pdf/a06v2n2.pdf
Universidad Internacional de Valencia. (2017). Psicología conductista clásica: principios esenciales. Universidadviu.com. Recuperado 25 March 2021, a partir de https://www.universidadviu.com/es/actualidad/nuestros-expertos/psicologia-conductista-clasica-principios-esenciales
Vergara, C. (2018). ¿En qué consiste el enfoque conductual en psicología?. Actualidad en Psicología. Recuperado 25 March 2021, a partir de https://www.actualidadenpsicologia.com/enfoque-conductual-psicologia/
Que mal muy mal, a esto en filosofia se le llama reduccionosmo, nunca un hombre puede negarse a ser un ser BIO PSICO SOCIAL, nosotros nacemos aprendemos y nos desarrollamos.
Nada que somos estimulo respuesta E - R y el neo conductismo habla de E - O - R, pero deja de lado el aspecto social social lo cual es lo mas importante en una sociedad y lo peor que el conductidmo te trata de enredar con sus palabras tecnicas siendo un craso error porque la ciencia no es hacerla dificil sino facil.