Es necesario plantearse preguntas como: ¿hay una línea que distingue lo "normal" de lo "anormal"? y ¿cómo saber cuándo se ha cruzado? Muchas personas con problemas mentales graves pueden aprovechar al máximo ciertos aspectos de sus vidas, mientras que otros individuos, que se consideran normales, muestran comportamientos desadaptativos que molestan a los demás (Orozco, 2014). Ante esta situación, ¿de qué manera deben desenvolverse los servicios de salud, especialmente los profesionales de la salud mental? Aunque, en correspondencia con Orozco (2014), no es sencillo establecer qué es "normal" y qué es "anormal", parte del trabajo de los psicólogos clínicos se fundamenta en la creencia de que las personas pueden modificar sus comportamientos, sus pensamientos y sus emociones para mejorar su calidad de vida.
¿Qué Aspectos Constituyen una Psicopatología?
Ninguna conducta aislada puede hacer que una persona sea "normal" o "anormal" (Butcher, Mineka & Hooley, 2007). Esto constituye un problema para determinar la existencia de los trastornos mentales. No obstante, existen ciertos elementos que pueden indicar la manifestación de una patología. Según Butcher, Mineka & Hooley (2007), mientras más elementos acumule una persona, más probabilidades tendrá de desarrollar algún tipo de trastorno mental.
Sufrimiento
Si un individuo experimenta un sufrimiento psicológico, generalmente las personas se inclinan a considerar ese sufrimiento como un indicador de alguna patología (Butcher, Mineka & Hooley, 2007). Las personas con depresión sufren, al igual que las personas con trastornos de ansiedad, pero, ¿qué pasa con las personas que tienen una manía? De acuerdo con Butcher, Mineka & Hooley (2007), puede que no estén sufriendo, de hecho, muchos de estos pacientes no quieren tomar medicamentos porque no quieren perder la fase maníaca.
Sin embargo, es posible que al ser examinado, esta persona sufra, no obstante, resulta extraño considerar este sufrimiento como algo "anormal" (Butcher, Mineka & Hooley, 2007). Si bien el dolor es un factor patológico en muchos casos, nunca es una condición suficiente, y ni tan siquiera necesaria para considerar que algo es patológico (Butcher, Mineka & Hooley, 2007). En pocas palabras, Carvalho (2017) manifiesta que, si bien es un criterio de gran valor, se debe reconocer que esto no implica que la información obtenida por parte de una persona sea confiable, pudiendo no identificar sus problemas o malestar e incluso, sentirse bien en apariencia.
Inadaptación
El comportamiento desadaptativo impide el desarrollo general de una persona, es decir, hace que un individuo sea incapaz de sentirse bien y es visto por otros como incoherente e incómodo (Orozco, 2014). Por consiguiente, el comportamiento desadaptativo también suele ser un indicador de patología (Butcher, Mineka & Hooley, 2007). La mayoría de las personas con enfermedades mentales se manifiestan a través de un comportamiento desadaptativo, sin embargo, esto no necesariamente representa una transgresión de las normas sociales (Orozco, 2014). Por ejemplo, las personas con anorexia nerviosa pueden disminuir su ingesta de alimentos a niveles que requieran hospitalización (Butcher, Mineka & Hooley, 2007). De la misma forma, en correspondencia con Butcher, Mineka & Hooley (2007), las personas con trastornos depresivos pueden dejar de ver a sus familiares y amigos y es posible que no tengan la motivación para trabajar durante semanas o meses.
La conducta inadaptada puede afectar el bienestar y la capacidad para disfrutar del trabajo y de las relaciones sociales, sin embargo, no todas las enfermedades implican comportamientos desadaptativos (Butcher, Mineka & Hooley, 2007). Por ejemplo, un estafador o un asesino a sueldo pueden tener un trastorno de personalidad antisocial. El primero puede ser un experto en conseguir que las personas le den información sobre sus finanzas, mientras que el segundo puede ser muy capaz de matar a alguien por dinero. ¿Se trata de un comportamiento desadaptativo? Por supuesto que no para ellos, puesto que, esa es su forma de vida. Sin embargo, según Butcher, Mineka & Hooley (2007), se cree que estas personas son “anormales" porque están socialmente inadaptados y están desequilibradas en la sociedad.
Desviación
La palabra "anormal" significa literalmente fuera de lo normal. No obstante, restingirse a considerar que un comportamiento estadísticamente poco frecuente es anormal no proporciona ninguna solución a la cuestión de la definición (Butcher, Mineka & Hooley, 2007). Verbigracia, los genios son estadísticamente raros, pero esto no los convierte necesariamente en “anormales”. Por el contrario, la discapacidad intelectual también es muy rara en las estadísticas, sin embargo, esta condición se considera una patología. Esto indica que definir qué es una patología requiere un juicio de valor. Según Butcher, Mineka & Hooley (2007), si algo es estadísticamente raro e indeseable, se considera más patológico que aquello que es estadísticamente raro pero muy deseable.
Violación de las Normas de la Sociedad
Este criterio se refiere a la regulación social (Carvalho, 2017). Este enfoque en realidad no es tan diferente del anterior, aunque, en lugar de aplicar un componente cuantitativo, lo hace de manera cualitativa, lo que, tradicionalmente, ha dado lugar a juicios de valor. Es decir, los riesgos de este criterio radican en quién o qué (Carvalho, 2017). Esto se debe a que los límites entre la normalidad y la patología para ciertos tipos de comportamientos varían de una cultura a otra (American Psychological Association, 2013), puesto que, de conformidad con Butcher, Mineka & Hooley (2007), todas las culturas tienen diferentes normas, de las cuales, algunas de ellas están expresadas en la ley, mientras que otras son menos explícitas.
Si bien muchas de las reglas sociales son relativamente arbitrarias, se suele asumir que cuando una persona las viola se está comportando de manera anormal (Butcher, Mineka & Hooley, 2007). Por supuesto, esto depende en gran medida de la gravedad del delito y la prevalencia de violaciones de la regla en la sociedad. Por ejemplo, la mayoría de las personas han aparcado en doble fila, sin embargo, la violación de esta regla es tan común que no se considera que sea un comportamiento anormal. No obstante, si la madre ahoga a su hijo en la bañera, de acuerdo con Butcher, Mineka & Hooley (2007), inmediatamente se piensa que es un comportamiento anormal.
Incomodidad Social
Cuando una persona viola las reglas sociales, quienes le rodean pueden llegar a sentirse incómodas (Butcher, Mineka & Hooley, 2007). Por ejemplo, suponga que está tomando un autobús a casa y el conductor es el único ocupante además de usted. En una parada, el bus para se detiene para que se suba otro pasajero, incluso si hay muchos asientos vacíos, este se sentará a su lado. ¿cómo se sentiría usted? De manera similar, si una persona que conoce solo hace pocos minutos comienza a contarle sobre su plan de suicidio, ¿cómo se sentiría usted? De acuerdo con Butcher, Mineka & Hooley (2007), a menos que sea un psicólogo que trabaje en un centro de intervención de crisis, podría pensar que se trata de un comportamiento anormal.
Irracionalidad e Imprevisibilidad
Las personas esperan que los demás se comporten de cierta manera (Butcher, Mineka & Hooley, 2007). Si bien un poco de inconformismo puede añadir algo de chispa a la vida, a veces el comportamiento excesivamente poco ortodoxo se considera anormal. Por ejemplo, si la persona que está sentada a su lado comienza a gritar obscenidades fuertes sin dirigirse a alguien en particular, puede pensar que está teniendo en un comportamiento inusual. Esto es impredecible y sin sentido. El habla desordenada y el comportamiento desorganizado de los pacientes con esquizofrenia no suele ser razonable. Sin embargo, estos comportamientos también son el sello característico de la fase maníaca del trastorno bipolar. De hecho, si una persona comienza a recitar un fragmento de Fuente Ovejuna, es posible que no se entre en pánico si se sabe que participó en la obra. No obstante, de acuerdo con Butcher, Mineka & Hooley (2007), si se encuentra a una persona rodando por el suelo mientras recita a Shakespeare, se le puede recomendar que busque ayuda.
Referencias
Butcher, J., Mineka, S., & Hooley, J. (2007). Psicología clínica (12a. ed.). Distrito Federal: Pearson Educación.
Carvalho, C. (2017). Psicopatología Clínica: definición y objeto de estudio. Hablemos de Neurociencia. Recuperado 15 September 2021, a partir de https://hablemosdeneurociencia.com/psicopatologia-clinica-definicion-concepto-objeto-estudio/
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-5®). (2013). Washington, D.C.
Orozco, S. (2014). Normalidad y anormalidad psicológica y niveles de prevención. studylib.es. Recuperado 12 January 2021, a partir de https://studylib.es/doc/5504790/normalidad-y-anormalidad-psicol%C3%B3gica-y-niveles-de-prevenci%C3%B3n
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