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Foto del escritorJuliana Eljach

Acompañamiento en el Duelo Infantil

El fallecimiento de un ser querido es un tema delicado que requiere de una comunicación adecuada con los niños, pero muchos adultos no tienen claro cómo abordarlo (Tarrés, 2023). Les inquieta y les preocupa hablar con sus hijos sobre enfermedades graves, accidentes o la muerte, porque temen provocarles un dolor y una tristeza que creen que no podrán gestionar por su edad e inmadurez. Por eso, suelen postergar lo más posible este tipo de conversaciones (Tarrés, 2023). No obstante, la mayoría de los niños pequeños son conscientes de la muerte, aunque no la comprendan (Ehmke, 2019). La muerte es un tema frecuente en los dibujos animados y la televisión, y quizás algunos de los amigos del niño ya hayan sufrido la pérdida de un ser querido. Sin embargo, vivir el dolor en primera persona es una experiencia diferente y a menudo confusa para los niños. Según Ehmke (2019), los adultos no pueden proteger a un niño del dolor de la pérdida, pero pueden ayudarlo a desarrollar habilidades de afrontamiento saludables que le serán beneficiosas en el futuro.



El duelo normal se caracteriza por ser transitorio (aunque su duración no es fija) y por necesitar una elaboración emocional y un tránsito, pero sus manifestaciones pueden confundirse con patología (Vera Mota, 2023). Cuando un niño pierde a un ser querido, puede alternar entre el llanto y el juego en cuestión de minutos (Ehmke, 2019). Esto no implica que no sienta tristeza o que haya superado su duelo, sino que los niños afrontan la pérdida de forma distinta a los adultos, y el juego puede ser una forma de evitar el abrumamiento. Asimismo, en correspondencia con con Ehmke (2019), es normal que experimenten depresión, culpa, ansiedad o enojo hacia la persona fallecida o hacia otra persona.

En algunos casos, los niños más pequeños pueden presentar retrocesos en su desarrollo, como orinarse en la cama o hablar como bebés (Ehmke, 2019). Estas expresiones son muy variadas y requieren una atención cuidadosa para no confundirlas con una alteración del desarrollo (Vera Mota, 2023). Otros factores que influyen en la forma de procesar el duelo son las experiencias previas, la edad del niño, la relación con la persona fallecida, el tiempo de preparación, el diagnóstico y los cambios planificados, entre otros. El duelo por la muerte implica malestar y sufrimiento, y requiere tiempo para asumir lo que se ha perdido. De acuerdo con Vera Mota (2023), ayudar al niño a sobrellevar la pérdida no significa anular su dolor, sino ayudarle a expresar sus emociones.



¿A qué Señales Atender?

Las reacciones de los niños ante situaciones difíciles pueden variar mucho, por lo que es importante prestar atención a sus emociones, como la tristeza, la rabia, los miedos, la vergüenza o la culpa (Vera Mota, 2023). También se deben observar los cambios en su comportamiento: algunos niños pueden mostrar más actividad o energía de lo normal, mientras que otros pueden estar más retraídos, silenciosos o parlanchines. Además, en correspondencia con Vera Mota (2023), pueden presentar dolores físicos, bajar su rendimiento escolar, perder el interés por el juego, alterar su sueño, dejar de relatar sus sueños, reducir su imaginación o hacer menos preguntas.



¿Cómo Acompañarlos?

La manera en que los niños comprenden y se involucran con la muerte depende tanto de su etapa evolutiva como de las costumbres y rituales de su familia, por consiguiente cada caso requiere una evaluación individual para determinar lo que es mejor para cada uno (Vera Mota, 2023). Aunque hablar de la muerte con los hijos es difícil, es importante que desde pequeños se les introduzca esta como otra parte de la vida y se les abran espacios para atravesar el duelo, no cerrarlo ni taparlo. Asimismo, según Vera Mota (2023), es crucial que los adultos puedan nombrar y acompañar con la palabra a los niños, ayudándoles a entender lo que significa la muerte, lo que ha sucedido y lo que ha cambiado, siempre teniendo en cuenta el lenguaje y la edad de cada uno y tratando con cuidado las circunstancias de la muerte, sin dar detalles de lo potencialmente dañino en caso de eventos traumáticos o violentos.

Los rituales pueden ser claves para facilitar el duelo (Vera Mota, 2023). Por eso, se sugiere la participación de los niños, siempre que alguien les acompañe y les ayude a responder adecuadamente las preguntas que tengan. Sin embargo, algunos niños no están preparados para una experiencia tan intensa como los funerales, que pueden ser útiles para que haya un cierre, pero que también pueden ser muy tristes y conmovedores, especialmente si hay un ataúd (Ehmke, 2019). Por eso, nunca se debe obligar a un niño a asistir a un funeral, y si quiere ir, se debe preparar para lo que verá y explicarle lo que puede esperar, teniendo en cuenta que su comportamiento podría ser impredecible. Si la familia ha decidido que el niño no participe en eventos familiares, Ehmke (2019) menciona que se puede hacer algún ritual simbólico de despedida en casa, como por ejemplo plantar un árbol, compartir historias o lanzar globos, que pueden ser alternativas para ofrecerle al niño la oportunidad de hacer un cierre.

El uso de recursos alternativos que aborden la temática de la muerte puede ayudar a los adultos a comprender cómo los niños están entendiendo lo sucedido, tales como cuentos infantiles sobre duelo y muerte, juego simbólico, películas o historias (Vera Mota, 2023). Asimismo, es importante validar las emociones de los niños y las niñas, reconociendo lo difícil que es tanto la pérdida como los cambios que esa muerte pudiera traer, y evitando la minimización de sus emociones con frases como: "no estés triste, todo estará bien", "no te preocupes", "no tengas miedo", "no llores", entre otras (Tarrés, 2023). Los niños y adolescentes deben sentirse acompañados y escuchados, y se les debe dar espacio y tiempo para identificar y aceptar sus emociones y sensaciones, incluida la ambivalencia (Vera Mota, 2023). Para ello, según Ehmke (2019), se puede recurrir a diversos medios, como leer libros para niños que tratan sobre la muerte, dibujar, realizar un álbum de recortes, mirar álbumes de fotos o contar historias.

Otro aspecto importante en el acompañamiento del duelo infantil es la necesidad de enseñar a los niños y las niñas a lidiar con el dolor y la tristeza, ofreciéndoles un lugar real y genuino para hablar de sus efectos, siempre adecuando el lenguaje al nivel de entendimiento de cada uno (Vera Mota, 2023). Algunas preguntas que se pueden plantear son: ¿dónde alojamos nuestro dolor? ¿qué hacemos cuando estamos tristes? ¿cómo nos despedimos del abuelo? ¿cómo hablamos del miedo en casa? Por último, Vera Mota (2023) sugiere permitir que otros acompañen a los adultos en el dolor, enseñando a los niños a dejarse acompañar por otros en el vínculo, y a pensar sus necesidades propias, como preguntar, atender, participar o pedir ayuda (un abrazo, un gesto, una escucha, un momento a solas, etc.).

Finalmente, es crucial tener en cuenta es no ignorar el propio duelo, ya que los niños y las niñas suelen imitar el comportamiento de duelo de sus padres (Ehmke, 2019). Es importante mostrar las emociones, para confirmar a los niños y las niñas que está bien sentirse triste o molesto. Sin embargo, se debe evitar reaccionar explosivamente o sin control, ya que esto les enseña a los niños maneras poco saludables de lidiar con el duelo. Asimismo, se debe mantener las rutinas, ya que los niños encuentran consuelo en ellas (Ehmke, 2019). A pesar de la importancia de expresar los sentimientos de tristeza por la muerte de un ser querido, también es importante que los niños entiendan que la vida continúa, y que sigan realizando las actividades cotidianas, como ir a la escuela, hacer extraescolares y jugar (Tarrés, 2023). Según Tarrés (2023), si se observa que realizar el día a día se ve dificultado y tras un tiempo lógico y prudencial, se recomienda consultar con un profesional de la psicología para que pueda asesorar.



Referencias

  1. Ehmke, R. (2019, febrero 18). Apoyar a los Niños que Están en Duelo. Child Mind Institute. https://childmind.org/es/articulo/ayudar-a-los-ninos-a-afrontar-el-duelo/

  2. Tarrés, S. (2023, septiembre 7). Acompañar a los Niños en el Duelo. Mamá Psicóloga Infantil; Sara Tarrés. https://www.mamapsicologainfantil.com/acompanar-a-los-ninos-en-el-duelo/

  3. Vera Mota, A. (2023, octubre 25). Duelo en la Infancia: ¿Qué Hacer Cuando un Niño ha Perdido a un ser Querido? Centro de Atención Psicológica; Sens Psicología. https://senspsicologia.com/2023/10/25/duelo-infantil/

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